martes, 6 de enero de 2009

Pedagogía por proyecto de vida: un enfoque interestructurante

Capítulo 4:
Enfoque interestructurante
Pedagogía por proyecto de vida: un enfoque interestructurante
El aprendizaje exitoso debe asegurar el procesamiento de información y la contextualización del conocimiento. Así mismo, la intervención proactiva tanto de estudiantes como de mediadores. La pedagogía por proyecto de vida promueve uno y otro proceso, generando capacidades y oportunidades para que el estudiante encuentre utilidad práctica al conocimiento que trata o genera, y construya a partir de ahí sus proyectos de vida. De ahí que sea un enfoque abierto, flexible, que se inspira en perspectivas que conceden gran importancia a la dinámica tanto del estudiante como del docente.
Un aprendizaje semántico, por competencias o por comprensiones requiere el uso de operaciones, estrategias y representaciones que permitan al individuo obrar proactivamente, elegir y llevar a cabo decisiones basadas en diversas alternativas, ejemplos, contraejemplos, argumentos, explicaciones y puntos de vista. Así mismo, requiere de mediadores eficaces, persuasivos, eficientes, laterales, que no se casen con un esquema único de enseñanza, con una manera rígida de advertir los procesos educativos y cognitivos, capaces de planificar los procesos de intervención en la formación de aprendizajes significativos, así como de esquemas conceptuales, cognitivos, afectivos, volitivos y metodológicos laterales, abiertos, dialogantes, en lugar de cerrados e inflexibles.
La pedagogía por proyecto de vida es un enfoque interestructurante, es decir una forma de asumir con éxito los aprendizajes en virtud de las capacidades permanentes de autoestructuración de los esquemas de conocimiento por parte de los sujetos cognitivos, como resultado del procesamiento de información, uso y generación de conocimiento que realizan estos, así como de las capacidades, habilidades, destrezas y actitudes (heteroestructurantes) inherentes a los docentes educadores, quienes deben promover las capacidades y oportunidades para el aprendizaje "individual". El aprendizaje no sería de manera absoluta un acto ni mediático ni subjetivo.
Según exponemos en diversos espacios, el aprendizaje proactivo no constituye una construcción de conocimientos producto de la acción meramente individual del sujeto. Un acercamiento interestructurante pone de presente un entramado de agentes que inciden en los procesos de aprendizaje, creación, uso y aplicación del conocimiento de cada una de las personas: conocimientos y experiencias propios y de otras personas, intereses, afectos, creencias, el tipo de sociedad, referentes, paradigmas, contextos, entre otros (Arboleda, 2007B). 1
Contrario al criterio de quienes advierten el aprendizaje activo como un paradigma educativo-formativo autoestructurante (aprendizaje individual per se, es decir que no depende absolutamente de la mediación cultural que ofrecen docentes e instituciones sociales), me parece que en las mismas baterías metodológicas y didácticas que aporta esta modalidad de enseñanza y aprendizaje en razón de potenciar la actividad cognitiva, metacognitiva, socioafectiva y operativa de los estudiantes (y de los profesores), y de las cuales, valga la precisión, se nutre el acto pedagógico exitoso independientemente de los modelos o enfoques pedagógicos en los cuales se inscriba, se reafirma el matrimonio indisoluble entre procesos autoestructurantes y heteroestructurantes.
Afirma la autonomía y disposición del estudiante, necesarias para asumir los procesos mentales que precisa la apropiación significativa del conocimiento. El pensamiento es motivacional, y constituye una función psíquica sin cuyo concurso no hay posibilidad de aprendizajes significativos, semánticos, por competencias ni por comprensiones. Pero usar bien el pensamiento e inclusive abrir los escenarios persuasivos que generen las oportunidades y capacidades para estructurar y usar las representaciones, operaciones y estrategias que caracterizan a este, requiere de mediadores culturales idóneos, proactivos.
Tanto la competencia pedagógica como la competencia para el aprendizaje refuerzan la idea de proactividad inherente a la formación integral, por competencias y comprensiones. Por competencia pedagógica se puede entender el conjunto de conocimientos, capacidades, habilidades, destrezas y actitudes que debe poseer un docente para intervenir con mayor éxito en los procesos de formación de los estudiantes con quienes interactúan, y quienes asumen un papel de aprendizaje autónomo y crítico.
Tal planificación incluye la determinación de estrategias para que el estudiante monitoree, supervise, controle y evalúe por sí mismo sus desempeños.
Uno de los grandes retos de los enfoques y pedagogías fundados en los aprendizajes activos (entre otros, la enseñanza para la comprensión, la pedagogía por proyecto de vida, el pensamiento crítico, el análisis crítico del discurso) estriba en ofrecer las estrategias y herramientas adecuadas y flexibles para que los estudiantes y docentes desarrollen sus procesos en condiciones de complejidad, es decir de acuerdo con las características contextuales en las cuales se lleve a cabo el acto formativo.
Los mapas cognitivos axiológicos, inteligentes, conceptuales, laterales, analíticos y discursivos representan herramientas metodológicas que sirven los propósitos del aprendizaje activo que precisa el desarrollo de competencias y comprensiones, y en general la formación integral. Entre otras herramientas y estrategias que ofrece la pedagogía por proyecto de vida permiten que el tratamiento de la información y del conocimiento propicien aprendizajes de tipo:
a) semánticos: donde tiene lugar la construcción de significados y sentidos
b) por competencias: se movilizan (usa, aplica, genera) conocimientos
c) por comprensiones: se vivencia, en lo posible, el conocimiento, y se reflexiona sobre este y los procesos anteriores, determinando tanto su utilidad personal y/o social como la utilidad del proceso realizado (Arboleda 2006- 2007).
Fragmento del texto en referencia...
1 Valga la siguiente reflexión. Dónde quedaría la individualidad? Dónde lo subjetivo? Lo propio único del sujeto, ¿sería la razón? ¿Serían funciones psíquicas no racionales? Y, ¿qué pasaría entonces con aquella si somos conscientes del papel que juega permanentemente la razón del mercado en cada una de las personas, hasta el punto que en gran medida la razón individual cede o es agregada por aquella razón?

Capítulo 5:
Conclusiones

La pedagogía por proyectos de vida constituye un enfoque que ofrece herramientas y estrategias de tipo cognitivo, discursivo, actitudinal, curricular, evaluativo, metodológico y didáctico para potenciar los procesos de formación integral, fortaleciendo desde el aula de clase en cada uno de los estudiantes sus proyectos de vida fisiológico, psíquico (desarrollo de pensamientos múltiples, emociones, sentimientos, atención, disposición, voluntad...), ético, moral, ecológico, social, histórico, espiritual, emprendedor, cultural y político, entre otros.